Mi nombre es Pilar, comencé mi formación como tejedora muy pequeña, tuve como profesoras a las catedráticas del punto y ganchillo, mi madre, tías y abuelas, estaba deseando llegar a casa y por este orden: merendar, hacer los deberes y tejer. Las encontraba reunidas, siempre con algún proyecto en marcha. ¡Muchas gracias!
Con el paso de los años, seguí desarrollando lo que para mí era una afición, deseando que llegara el momento en el que me pudiera relajar tejiendo, incluso cuando no tenía ningún proyecto en marcha, me dedicaba a hacer y deshacer, buscando un nuevo punto, una nueva técnica. Podía pasarme meses haciendo y deshaciendo el mismo ovillo de lana o algodón.
Hace algún tiempo, me replanteé mi profesión y la pregunta que me hice fue esta ¿qué es lo que yo sé hacer, me es gratificante y además no tiene nada que ver con el trabajo que he estado desarrollando hasta ahora? Sí, es ésto. Mi formación es técnica, pero creo que tengo una parte creativa muy importante, que no podía desarrollar en mi profesión anterior.
Pensé que debería haber muchas más personas con esta misma afición, pero también con poco tiempo, o que no lograba encontrar en su localidad los materiales necesarios, debería ser una gozada desde casa poder elegir el proyecto a realizar, buscar patrones, el tipo de lana que necesito, agujas… ¡esto tengo que compartirlo!, así que monté mi propia tienda online de lanas.
Cuando digo mi propia tienda, debería decir nuestra, como veis cuando hablo de senshoku, a veces hablo en singular y otras en plural. No, no tengo personalidad múltiple, es que para llevar a cabo este proyecto, al que hay que dedicar muchas horas de trabajo, cuento con la inestimable ayuda del genio informático que ha conseguido darle forma a todas las ideas que yo tenía en la cabeza, y que me ayuda en las duras labores de actualización de la web, gestión de envíos y pedidos, control de stocks… y fotografía, ése es el punto creativo del segundo técnico que forma senshoku ¿Que os puedo contar sobre él?. Nada, no me deja, es tímido y le da vergüenza. 🙂